YOGA... LEER MAS
De entrada, un yoga
para niños no puede ser un yoga de adultos, lento con posturas inmóviles
mantenidas largo tiempo.
La dinámica del
niño es mucho más activa, incluso agotadora.
Quizás deberíamos
poner el acento en la realización de las posturas pues el niño o niña está
aprendiendo a manejar el mundo, su propio cuerpo.
En esta etapa el
trabajo psicomotriz es importante, coordinar bien sus movimientos, integrarlos,
en la medida de lo posible, con la respiración (aunque la respiración tiene que
ser trabajada de forma indirecta como veremos más adelante).
En especial, las posturas de equilibrio son interesantes para su desarrollo psicomotriz
El yoga es una
excelente opción para lograr la unión de juego y desarrollo físico y mental.
Se puede considerar
que el yoga es un acercamiento de educación no formal dirigido a integrar al
niño en sus aspectos emocional, cognitivo y creativo.
Lo que aporta el Yoga a los niños
A nivel físico . El yoga infantil, aumenta la flexibilidad
y mejora la coordinación de movimientos. Mejora la capacidad respiratoria y
ayuda a tomar conciencia corporal, algo que resulta bastante inusual en los
niños. También mejora el equilibrio por lo que resulta de gran utilidad a niños
con problemas de agilidad o de bajo tono muscular.
A nivel intelectual . Potencia la atención y la memoria. Ayuda
a relajarse, algo especialmente útil para niños superdotados. Por otro lado, el
yoga infantil aumenta la estimulación y motivación. El yoga también contribuye
a desterrar los miedos nocturnos y a combatir el insomnio infantil.
A nivel escolar . En casos de fracaso escolar, se ha
comprobado que el yoga mejora el rendimiento del niño en el colegio, ya que
ayuda a controlar el nerviosismo, reduce la agresividad y aumenta la
concentración.
Mediante
su práctica, el niño adquiere conocimientos que le van a servir a lo largo de
toda su vida, desde aprender a “respirar bien hasta encontrar el equilibrio
mental necesario para poder resolver todo tipo de situaciones conflictivas.
Dado
que no se trata de un deporte donde deban competir, hacer Yoga les brinda a los
niños una mayor capacidad de atención, concentración y ayuda a disminuir su
agresividad. Así mismo, evita el estrés temprano que les producen malas
posturas, respiración deficiente y alteraciones de la conducta.
Otros
beneficios que se logran son una notable flexibilidad en la columna vertebral,
fuerza en piernas, y brazos, y mayor capacidad de concentración (muy importante
para el desarrollo de su vida escolar).
Otro
aporte fundamental que este arte y ciencia de vida les brinda a los niños es
enseñarles a respirar correctamente por la nariz. Cuando a los niños que
respiran por la boca, se les explica de manera sencilla el porqué de la
necesidad de cambiar este mal hábito, enseguida y de manera totalmente natural,
comienzan a corregirlo.
En
el caso de los niños tímidos o con problemas de autoestima, las posturas
indicadas son las invertidas y las de equilibrio, porque aportan al practicante
dominio del cuerpo y seguridad en sí mismo.
La
mejor edad para iniciarlos en la práctica del Yoga es a partir de los seis
años, dependiendo esto naturalmente de la madurez del pequeño.
¿Por
qué es importante el Yoga para Niños?
Pero,
¿alguna vez han pensado en yoga?
Desde
recién nacidos –baby yoga- (inclusive antes de nacer) hasta la adolescencia, el
yoga es una excelente opción para lograr la unión de juego y desarrollo físico
y mental.
Se
puede considerar que el yoga es un acercamiento de educación no formal dirigido
a integrar al niño en sus aspectos emocional, cognitivo y creativo.
Leer,
hacer música, imaginar, moverse, respirar, cantar, trabajar en grupo.
El
yoga para niños es una manera divertida de desarrollar su potencial creativo y
su capacidad de resolver problemas y superar retos.
Para
el niño inquieto o ansioso, el curioso o el activo, resulta una manera de
canalizar su energía y su estrés, cada vez más común en edades tempranas.
Para
el calmado y menos activo, le ayuda a activar su cuerpo, a reafirmar su
autoestima; para ambos es una oportunidad de aprender jugando, de conectar los
dos hemisferios del cerebro y de reconocer y ejercer sus propios talentos.
Los
niños disfrutan enormemente una sesión de yoga diseñada para ellos.
En
general mejoran en su rendimiento escolar, adquieren mejor concentración y
memoria.
Se
encuentran menos estresados y aprenden a respetar las diferencias, así como a
ir más allá ante los retos de la vida.
Fomenta
la confianza y la concentración
La
recompensa del yoga procede simplemente de la práctica en sí misma. A los niños
les encanta este tipo de enfoque.
Cuando
descubren que no hay que competir ni rendir, empiezan a sentirse libres para
expresarse a sí mismos si temer los enjuiciamientos o las críticas, y esta
libertad les ayuda a desarrollar una sensación de confianza y autoestima que
perdura en la adultez.
La
confianza interior que el yoga aporta constituye un antídoto excelente para la
presión que los niños experimentan en el colegio.
Desde
una edad muy temprana muchos niños aprenden que para tener éxito han de
intentar ser mejores que sus compañeros de clase, sacar buenas notas, aprobar
más examenes y ser "el mejor de la clase"
Esta
clase de intensa competitividad hace que los niños sean demasiado sensibles a
las alabanzas y a las críticas.
Si
son buenos estudiantes se sientes orgullosos de sí mismos; pero si son
estudiantes mediocres, se desaniman y pueden empezar a considerarse unos
fracasados.
En
cambio el yoga propugna abordar la vida de una forma no competitiva.
La
filosofía yóguica dice que en vez de compararnos con los demás, hemos de
centrarnos con imparcialidad en cualquier tarea que emprendamos.
En
el Bhagavad-gita (uno de los textos antiguos más importantes sobre yoga), se
dice que centrarse en el resultado de nuestras acciones conduce a la
ignorancia, mientras que trabajar lo mejor que podamos, sin
preocuparnos por si triunfamos o fracasamos en ello, conduce a la sabiduría.
YOGAINBOUND.org.
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