Es esa gran visión de lo
espiritual lo que convierte a la terapia floral de Bach en una medicina
absolutamente holística y natural, pues abarca todos los aspectos del ser
humano de una manera absolutamente simple y de acuerdo a las leyes de la
naturaleza, sin artificios, manipulaciones ni agresiones de ningún tipo,
respetando absolutamente toda ley y todo proceso natural
El
Dr. Bach concebía la enfermedad como el resultado de la desarmonía entre el Yo
superior y la personalidad, de tal forma, que la enfermedad sería la última
fase de un proceso que se inició mucho antes a un nivel sutil en forma de
conflicto emocional-mental.
Bach nos plantea un
tema fundamental: la necesidad de combatir las causas y no los resultados de
una enfermedad. Los resultados son lo observable, el problema en cuestión, pero
descubrir las causas que los originan es una tarea extremadamente difícil y un complicado
viaje de descubrimiento interior para quien decide emprenderlo.
“La enfermedad no es una crueldad ni un
castigo, sino sólo y únicamente un aviso: es un instrumento del que se sirve
nuestra propia alma para mostrarnos nuestros errores, prevenirnos de otros e
impedirnos cometer más daños, para devolvernos al camino de la verdad y de la
luz, del que nunca deberíamos habernos apartado.”
La
Terapia Floral nos sitúa en el inicio de un viaje del Miedo al Amor, en el que
descubriremos nuestras virtudes y defectos, así como nuestras energías
potenciales, con el fin de definir nuestro propósito en la vida
Preguntas como:
¿Cuáles son nuestras asignaturas
pendientes? ¿Cuál es nuestra misión en la vida?, pueden tener respuesta si
sabemos dar salida a nuestras cualidades
innatas.
Nuestro equilibrio emocional es
sinónimo de salud física, mental y espiritual.
De eso se trata la vida, ya que experimentamos cosas y
aprendemos de sus lecciones. Algunas lecciones son acerca del sufrimiento, y
esto puede incluir la experiencia de enfermedad física o mental.
La vida también se trata de aceptar que no siempre podemos
tener lo que queremos; se trata de aprender a ser paciente y positivo aunque
estemos rodeados por aparente negatividad.
También se trata de comprender cómo nuestras emociones
negativas pueden afectar a otros, y cómo nosotros podemos revertir el efecto
para contagiar alegría y armonía.
Los remedios están ahí, para ayudarnos a atravesar todas
estas cosas: están ahí para ayudarnos a girar nuestro mundo hacia el camino
correcto y mostrarnos por qué estaba al revés en el primer lugar.
Así, la salud y la curación no tienen necesariamente que ver
con librarnos de virus y gérmenes, o de ser curados de una condición en
particular, pero lo que es más importante, tienen que ver con comprender y
aprender de la vida misma.
Después de todo, cualquiera que sea nuestra condición
física, aún podemos obtener libertad mental y espiritual.
Y cuando encontremos ese santuario de paz interior que está
dentro de cada uno, habremos encontrado la verdadera curación, así como también
salud mental y espiritual.
No hay una auténtica curación
sin un cambio en la orientación de vida, sin paz en el alma y la sensación
interior de felicidad.”
Un abrazo de Luz
Isabel Cutillas
Tlf: 619 731 535
luzdeangel.8@gmail.com
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